Un día que Carlos iba camino a dejar a sus hijos a la escuela, se le ocurrió una manera de lidiar con la pelea que los niños habían tenido el día anterior. Le inventó un personaje a cada uno de sus hijos y les contó una historia donde los retrataba en sus aventuras cotidianas. Ese fue el nacimiento de “El Chango y La Chancla”. Carlos se juntó con sus amigos Jorge, Memo, Nicolás y Marec, y decidieron hacer un estudio de animación para darles vida: Brinca.